martes, 17 de noviembre de 2015

Venezuela

Mi pensamiento recurrente, mi lugar de nacimiento, mi sueño resumido, mi enfermedad mas grande.
Desde que tengo discernimiento creo en Venezuela, en una infinitamente mas bella. 
¿Soy yo acaso la única capaz de contemplarla con tan profunda admiración?

¿Qué le estamos haciendo?

Nunca me han gustado los martes, pero ahora los detesto. Mi cédula tuvo el infortunio de terminar en 3 y condenarme a no concurrir a mi felicidad ningún martes. Jamás.


11:49 am... Quisiera escribir esto degustando un café, por razones obvias me abstengo de hacerlo. El día apenas comienza para algunos y yo a esta hora ya tengo muchos sueños rotos, el corazón en pedacitos casi indivisibles.

Escribo esto hoy, 3 años después de mi última publicación aqui porque tengo el tiempo para hacerlo, estoy de paro. Además tengo la razón para hacerlo y no podría ser peor: la nostalgia que me produce esta situación se hizo palabras, se hizo un lamento, es un grito ahogado en alguna parte de todos nosotros y me obligó a escribir... 

||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||

... me gusta seguir pensando en <<nosotros>>.

Aunque si soy totalmente sincera ya no sé qué nos une. 

Me siento fracasada. YO me siento fracasada. Después de todos mis discursos motivacionales que expongo a diestra y siniestra en esquinas a las que no soy invitada, ante un público que no me interpela al respecto... después de tanto optimismo desafiante para encarar el futuro, exactamente después de invitar a las personas a ser felices; me provoca llorar y no saltan las lágrimas. 

¿El motivo? ¿Necesita algún venezolano con aspiraciones un motivo para llorar en esta Venezuela?

3 horas en una cola. Yo llegue tarde. Yo dormí cómodamente. Yo desayuné. Yo llegué tarde a la cola porque hablé 5 min en la mañana con mi familia sobre las noticias que despuntaron el día. En alguna parte de ese itinerario reside una extravagancia desmesurada que es la razón de mi fracaso. Solo que yo no lo veo. Yo no compré café. No alcanzó para mí, y por eso YO me siento una fracasada.

Esa soy yo, hablo por mí. Pero...
¿Cómo se siente el viejito que hace una cola y no consigue el medicamento que necesita? ... Del cual depende su vida.
¿Cómo se siente la madre que vuelve a casa sin leche para alimentar a su bebé? 
¿Cómo se siente la familia que perdió a su hijo involucrado en delitos de distribución de droga (por citar un ejemplo), que sabe exactamente a quien responsabilizar al respecto de esa increíble y despiadada red de narcotráfico que acaba directa e indirectamente con la vida de tantas familias, y que además tiene que confiar en ese responsable la legislación del país que mora?

¿Qué permitimos que hicieran con nuestra Venezuela?

|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||

Especialmente a las personas que simpatizaron con los ideales de este gobierno en algún momento: yo puedo entender que no se identifiquen en la oposición. Pero yo estoy segura que tu no quieres volver a casa derrotado porque no conseguiste un producto de primera necesidad tras haber hecho una cola de horas. Estoy completamente segura que tu no quieres perder tu vida en manos de la delincuencia común que prolifera en nuestras calles.  

Tengo meses intentando no molestar a Dios con peticiones nimias. Yo necesito tenerlo ocupado el 6 de diciembre. Pero por si mi voz no bastara, no olvides recordarle tu también. No importa si la oposición no termina de convencerte, 17 años después puedes estar seguro que esto no tiene nada que ofrecer. Vota por un cambio, vota por un país donde se te permita cuestionar, criticar. Vota así sea para seguir haciendo oposición. Vota inteligentemente, no por una casa que te ofrezcan, un celular al que te faciliten acceso, vota por esta Venezuela que ha hecho tanto por nosotros y hoy nos necesita. Vota por las oportunidades que se te han negado y te corresponden. No podemos seguir midiendo nuestro éxito a partir de los productos regulados que obtenemos tras horas y horas de cola.

Lo mas horrible de las colas es que implican puestos de trabajo y pupitres vacíos. Esas personas no estan estudiando ni trabajando porque están haciendo cola. Nada prospera bajo un sol tan inclemente, en condiciones tan hostiles. Así no se echa un país hacia adelante.

Cuando pienso que no puede ser peor ... bueno, ustedes saben que pasa. 

La verdad en este momento, aunque me siento fracasada, aunque quiero llorar, no lloro... yo tengo esperanza. No en Venezuela, tengo esperanza en nosotros como venezolanos. Espero derramar todas estas lágrimas reprimidas el 6 de diciembre, por las razones correctas.

Quiero y necesito creer que vamos a lograrlo, vamos a poner a la pequeña Venezia en el lugar que debe estar. Vamos a cambiar.

||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||

2 comentarios:

Cuéntame qué te pareció y qué te gustaría ver por aquí en la siguiente publicación.